Según un estudio de Harvard: “Los efectos que tiene cantar sobre el cuerpo y la mente son siempre de alta calidad, independientemente de si el sonido emitido es bueno o de calidad peor que mediocre.” Es decir que, tanto si eres Bruno Mars como si cuando cantas parece que te están depilando a la cera caliente, el mero hecho de cantar te beneficia. ¿Pero cuáles son en concreto las bondades de practicar canto?
- Mejora tu postura corporal. Esto es lógico porque para cantar bien hay que tener una buena postura, con la espalda recta y el cuello relajado, pero además también fortalece los músculos intercostales, y los beneficios posturales perduran más allá de la sesión de canto.
- Mejora tu capacidad pulmonar. Las respiraciones más lentas y profundas, necesarias para cantar bien, son un ejercicio pulmonar fantástico.
- Mejora la calidad de tu sueño. ¡Y la de tu pareja también! Un estudio ha demostrado que los ejercicios vocales y pulmonares que se requieren para cantar mejoran la calidad del sueño.
- Reduce niveles de estrés. Cuando cantamos, sobretodo si es una sesión de más de 20 minutos, se reduce la cantidad de cortisol en la sangre. El cortisol es conocido como “la hormona del estrés”.
- Ayuda a mantener el cerebro en buena forma. Una mejor circulación sanguínea y mejor oxigenación ayudan a mantener el cerebro saludable e incluso a generar nuevas conexiones.
- Mejora la memoria. Cuando cantamos hacemos trabajar la memoria de una manera diferente a la habitual y creamos nuevas conexiones neuronales, además de fortalecer las existentes.
- Es antidepresivo. Ya se conocía que cuando cantamos, el cuerpo segrega endorfinas y oxitocina que nos hacen sentir bien y que pueden llegar a ser más potentes que los opiáceos, pero ahora se está descubriendo que un pequeño órgano en el oído interno, el sáculo, genera sensaciones de placer cuando cantamos, y lo hace tanto si sonamos bien como mal.
- Fortalece el sistema inmunológico. Cantar reduce el estrés y la ansiedad, aminora la presión sanguínea, mejora la respiración, la oxigenación y, como ya hemos visto, la calidad del sueño.
- Mejora la empatía y las relaciones sociales. Todas las actividades en grupo ayudan a fortalecer las relaciones interpersonales, pero con el canto esto se multiplica.
- Cantar alarga la vida. Has leído bien. La esperanza de vida de alguien que canta con regularidad, sobre todo si canta en grupo, es más elevada que si no lo hace. La suma de todas la ventajas físicas, mentales y emocionales, combinada con la mejora de la vida social que te aporta cantar en grupo, incrementa tu esperanza de vida, según un estudio combinado de las universidades Harvard y Yale.