Ser diagnosticada de cáncer de mama resulta difícil de gestionar, tanto para la persona que lo padece, como para sus familiares y amigos. Normalmente expresamos tristeza, preocupación y miedo, pero estos sentimientos son normales. También podemos preguntarnos “¿por qué yo?” y sentir temor, o ira.
En muchas ocasiones, resulta beneficioso para la paciente diagnosticada hablarlo para desahogarse y asimilar la realidad de lo que le está pasando. Pero recuerda que hay diferentes formas de reaccionar ante la enfermedad. Así que, si padeces cáncer de mama, tómate el tiempo que necesites para afrontar esta situación.
A veces resulta muy difícil hablarlo con la propia familia, pero es recomendable, ya que serán tu mayor apoyo. Cuando te veas capacitada para hablarlo, cuéntaselo, exprésales cómo te sientes. La comunicación con tu familia les ayudará a entenderte, a conocer tus miedos y, a ellos, les permitirá sentir que te ayudan todo lo que pueden durante el proceso de la enfermedad.
Si tienes hijos pequeños o adolescentes es básico que hables con ellos. Los niños, por lo general, no suelen entender qué está pasando, pero notarán que algo sucede. Los niños tienen una capacidad de adaptación a circunstancias adversas mayor que los adultos. Si tienes hijos adolescentes, intenta contárselo y ten en cuenta que pueden responder de diversas formas.
Ante cualquier duda, es también muy importante que consultes con tu médico, él sabrá orientarte al respecto o derivarte a otro integrante del equipo médico que pueda darte consejo en este sentido, puesto que cada caso es diferente y las soluciones son concretas para cada persona.
No olvides que son más las personas que están pasando por una situación similar.