Las piñatas cuentan con una historia rica e interesante que trasciende los siglos.
La emblemática tradición de las piñatas, tan arraigada en las festividades mexicanas, tiene sus raíces en la lejana China y fue adaptada a la cultura mexicana.
La tradición de las piñatas, que ha perdurado a lo largo de generaciones en México, tiene raíces que se remontan a la antigua China y se entrelazan con la historia de la colonización. Adaptada durante la época de la colonización española, esta festividad se convirtió en un aspecto religioso, especialmente durante las festividades navideñas y las tradicionales posadas.
La llegada de la piñata a México se atribuye a la influencia china, pero fue en la época de la colonización que esta costumbre adquirió connotaciones religiosas. Los españoles, con el objetivo de introducir la religión católica a la población nativa, fusionaron elementos de la fe con festividades, destacando la representación de la piñata como un medio para transmitir el mensaje del nacimiento de Jesús.
El Significado Profundo de la Piñata: La Lucha Contra los Pecados Capitales
La piñata, en su forma reconocible de estrella de siete picos, simboliza la lucha contra los pecados capitales, una representación visual de la batalla contra las tentaciones y los vicios. Esta interpretación ha evolucionado con el tiempo, transformándose en un símbolo de la lucha contra las pasiones humanas.
Los 7 Pecados Capitales Representados en la Piñata:
1.Soberbia:
Sentimientos de superioridad que llevan al desprecio por los demás.
2.Avaricia:
Deseo obsesivo de acumular riquezas sin compartir con los demás.
3.Lujuria:
Anhelo morboso y sexual hacia otras personas.
4.Ira:
Furia y violencia, la disposición a hacer el mal sin consideración.
5.Gula:
Consumir en exceso sin considerar las necesidades de los demás.
6.Envidia:
Rabia por poseer menos que otros.
7.Pereza:
La negligencia y falta de acción por comodidad.
En estas fiestas decembrinas, especialmente en las posadas, se acostumbra llenar la piñata con dulces que como sabemos contienen grandes cantidades de azúcares, frutas de la estación como: naranjas, mandarinas, tejocotes, jícamas, cañas; entre otros alimentos que pueden no formar parte de nuestro plan de alimentación
Así, romper la piñata durante las posadas navideñas se convierte en un acto simbólico de purificación y renovación, marcando el inicio de un nuevo ciclo libre de las cadenas de los pecados capitales. Esta tradición, arraigada en la historia mexicana, continúa siendo una expresión vibrante y significativa durante las festividades decembrinas.