Hoy, lunes 9 de diciembre del 2024, se cumplen 12 años del fallecimiento de La Diva de la Banda, Dolores Janney Rivera Saavedra, conocida artísticamente como Jenni Rivera; quien nació un 2 de julio de 1969 y falleció un domingo 9 de diciembre del 2012 a los 43 años de edad, en un trágico accidente aéreo.
La fatídica mañana del 9 de diciembre
Esa mañana, el mundo despertó con la noticia del terrible fallecimiento de Jenni Rivera. La cantante, luego de un concierto en la Arena Monterrey, se dirigía a Toluca para asistir a la grabación del programa “La Voz México” en donde fungía como una de los coaches; cuando la aeronave, un Learjet 25 con matrícula N345MC, perdió comunicación a tan solo unos minutos de haber despegado.
Además de Jenni, todos los demás tripulantes fallecieron en el lugar: Arturo Rivera Ruiz (su relacionista público); los pilotos, Miguel Pérez Soto y Alessandro Torres Álvarez; el abogado, Mario Macías Pacheco; su maquillista Jacob Yebale y su peinador, Jorge Armando Sánchez, conocido como ‘Gigi’.
Al principio, la Dirección General de Aeronáutica Civil, declaró que el grado de destrucción que sufrió la aeronave (que se precipitó en picada y explotó al impactar contra el suelo) impedía determinar de forma inmediata la causa del accidente. La magnitud de los daños y la falta de registros electrónicos disponibles, complicaron el análisis inicial. Sin embargo, con el paso del tiempo, un informe detallado sacó a la luz una serie de errores que desencadenaron el trágico desenlace del vuelo, que se encontraba a una altitud de 28 mil pies y viajaba a una velocidad cercana a los 1000 km/h.
Fallas humanas y operativas
El informe indicó varias irregularidades que contribuyeron al fatídico accidente. Una de las principales, fue la edad del capitán Miguel Pérez Soto, quien, con 78 años, superaba el límite establecido por las normativas internacionales para pilotar aeronaves de esa magnitud y carga. La experiencia acumulada del capitán no fue suficiente para compensar las limitaciones físicas y cognitivas asociadas a su avanzada edad, especialmente en un vuelo que demandaba un alto nivel de precisión y respuesta inmediata ante emergencias.
Por otro lado, la situación del copiloto, Alessandro Torres Álvarez, también generó cuestionamientos significativos. Con tan solo 21 años, el copiloto contaba con una licencia que no era válida fuera de los Estados Unidos, lo que no cumplía con las regulaciones necesarias para participar en vuelos internacionales. Esta falta de certificación no solo comprometió la seguridad del vuelo, sino que también dejó en evidencia fallas graves en los procesos de selección y control de la tripulación por parte de la aerolínea.