Benny Ibarra se suma a campaña de reforestación en Xochimilco: planta 50 ahuejotes.

El cantante y compositor Benny Ibarra acudió al embarcadero Michmaní, en la alcaldía de Xochimilco, para participar activamente en una jornada de reforestación en el marco de un nuevo programa de conservación ecológica. Junto a la asociación civil Husoco A.C. y representantes de la alcaldía local, plantó 50 árboles de ahuejote, una especie nativa cuyas raíces juegan un papel clave en la estabilidad de las chinampas y los canales de la zona.

Durante el acto, Ibarra señaló que “vamos a reforestar con ahuejotes, que son nativos de esta parte de la ciudad, porque se encargan, entre otras cosas, de sostener a las chinampas”. Con ello, apuntó a la relevancia de rescatar el ecosistema de los humedales de Xochimilco, además de fomentar la participación ciudadana para devolver “aire, vida y longevidad” a esta área tan emblemática de la Ciudad de México.

Para la alcaldía de Xochimilco, la siembra de ahuejotes es parte de una estrategia de mantenimiento continuo que incluye reforestación, podas y limpieza de lirio acuático en los canales. Las raíces del ahuejote ayudan a asentar los sedimentos y preservar las chinampas, un sistema agrícola ancestral de gran valor histórico, ecológico y cultural.

Por su parte, Husoco A.C. –organización que impulsa proyectos de tipo humano, social, comunitario y ambiental– entregó los 50 árboles para esta fase de reforestación y anunció que, además de este esfuerzo, realizará un «croquetón» el 6 de noviembre como parte de su labor de acompañamiento a comunidades locales.

Tras la plantación, Benny Ibarra visitó la chinampa “Seven Conejos”, ubicada sobre el canal turístico de Cuemanco, donde se le explicó el proceso de elaboración de pulque y mezcal, degustó un elote cacahuazintle cultivado en la zona y conoció artesanías típicas de las chinampas. Este recorrido refuerza su compromiso no solo con la naturaleza sino también con la cultura y tradición de Xochimilco.

La acción representa una iniciativa concreta y esperanzadora para involucrar a artistas, organizaciones civiles y autoridades en la protección de un ecosistema que enfrenta retos por el cambio climático, contaminación y urbanización. Como Ibarra lo expresó: “lo que me pasa cuando trabajo en cosas sociales es que sé que estoy haciendo lo mejor posible, aunque siempre se puede hacer algo más”.

Con esta colaboración, se refuerza la importancia de las alianzas entre la ciudadanía, la cultura y la acción ambiental. El llamado es a sumarse: cada árbol cuenta, cada mano colaboradora suma.