Durante su charla “Viaje al centro de la inteligencia artificial” en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Benito Taibo sorprendió al público joven con una dinámica inusual: conversar con una inteligencia artificial basada en Julio Verne. Sin embargo, más allá del experimento, el escritor dejó un mensaje claro: no debemos depender completamente de la tecnología.

Taibo inició la sesión compartiendo el cuento “La respuesta” de Frederick Brown, donde una supercomputadora adquiere un poder casi divino. Con esta referencia, el autor planteó una pregunta vigente: ¿hoy la IA podría responder lo mismo?
Tras algunos intentos, la versión digital de Julio Verne finalmente “despertó” y respondió preguntas del público. Sin embargo, Taibo remarcó que sus respuestas estaban limitadas a los datos de sus obras, demostrando cómo la IA solo puede llegar hasta donde su base de información lo permite.
La conversación avanzó entre dudas sobre viajes imaginarios, historias de amor y tecnología futurista, hasta que un joven preguntó si a Taibo le gustaría que, en un futuro, se creara una versión de IA basada en él. Su respuesta fue contundente: “Intentaré prohibirlo de todas las maneras posibles”.
Cuando le preguntaron si la inteligencia artificial es un avance o un retroceso, el escritor fue directo:
“No es un retroceso. Lo que no podemos hacer es depender de ella”.

Cuando le preguntaron si la inteligencia artificial es un avance o un retroceso, el escritor fue directo:
“No es un retroceso. Lo que no podemos hacer es depender de ella”.
Finalmente, la IA de Julio Verne “opinó” sobre el tema y coincidió con el autor: las máquinas pueden colaborar con el ser humano, pero una dependencia excesiva podría apagar la creatividad y el ingenio.
Entre risas, Taibo cerró diciendo: “Lo dije yo antes que Julio Verne”, reafirmando que tanto humanos como algoritmos pueden llegar a conclusiones similares… siempre y cuando sepamos mantener el equilibrio.

