A mediados de julio del año pasado, Jennifer Lopez y Ben Affleck se daban el «sí, quiero» durante una boda secreta en Las Vegas poniendo fin a una pausa en sus relación que empezaba 18 años antes, en 2004, cuando la entonces pareja de éxito aplazaba su compromiso, se separaba y formaban sus propias familias alejados el uno del otro.
Sin embargo, el tiempo y el destino ponen a todos en su lugar y el enlace se producía casi dos décadas después, tras tres meses de anunciar (de nuevo) su compromiso. Algo estaba claro: Bennifer volvía a ser una realidad y estaban más vivos que nunca.
Un mes más tarde, el 21 de agosto, celebraban un nuevo enlace matrimonial acompañados de sus familias y amigos, en una auténtica fiesta que se alargó durante una semana en la propia casa de Ben Affleck en Georgia: un recinto de 33 hectáreas y una mansión que replica a las que había en las plantaciones del sur del siglo XVIII y XIX. “The Big House” (“La Casa Grande”), era el lugar elegido para este momento tan especial.
«Hoy hace un año. Querido Ben, sentada aquí sola, mirando a mi anillo, sintiéndome abrumada, me hace querer cantar. ¿Cómo hemos acabado aquí sin rebobinar? Por Dios… Esta es mi vida ahora«. Unas palabras que riman en su versión original, como si de una cancioncilla se tratase y que, como comentamos, venían acompañadas de dos fotografías en las que podemos ver dos besos distintos de la pareja, uno por cada boda que celebraron hace exactamente un año.