No fue fácil para el director Francis Lawrence transformar al villano de la franquicia de «Los juegos del hambre» Coriolanus Snow en un protagonista convincente para una precuela que tiene lugar 64 años antes de las exitosas películas protagonizadas por Jennifer Lawrence.
«Tuvimos que encontrar la manera de que el público se implicara emocionalmente con él, que le apoyara, que le animara y que empatizara con él», dijo Lawrence a Reuters.
Los juegos del hambre: La balada de los pájaros cantores y las serpientes llega a los cines el 17 de noviembre y profundiza en los orígenes de algunos personajes de las cuatro películas anteriores. En particular, explora el viaje del presidente Snow para supervisar los brutales juegos en los que los jóvenes deben luchar hasta la muerte en una arena para un evento llamado ‘Los juegos del hambre’.
Al igual que las otras películas, la precuela de Lionsgate se basa en una novela de Suzanne Collins, publicada en 2020.
«Una vez que sentimos que teníamos al público detrás de él, todavía teníamos que sembrar capas de su ambición y capas de su codicia y capas de la oscuridad y capas de su tipo de hambre de poder para que cuando se convierta, se sienta honesto, se sienta veraz y creíble», agregó Lawrence.
El actor canadiense Donald Sutherland interpreta a la versión mayor de Snow en las películas originales, mientras que el actor inglés Tom Blyth encarna a la versión más joven en la precuela.
El reparo también incluye a actores conocidos como Viola Davis como la doctora Volumnia, Hunter Schafer como Tigris Snow y Peter Dinklage como Casca Highbottom