Maná no desaprovechó un solo minuto de su debut en la edición 24 del festival Vive Latino, donde, frente a 80 mil asistentes, dieron una muestra del porqué es una de las bandas mexicanas más exitosas a nivel mundial haciendo lo que mejor saben… cantando e interactuando con la gente.
Sin ningún preámbulo, la banda se apoderó del escenario Amazon Music arrancando su debut en el encuentro musical con Manda una señal, la cual fue el llamado a la gente para que se acercara y apartara su lugar en el espacio de la curva 4, junto a los originarios de Guadalajara, Jalisco.
Con el tema “Ángel de amor” la banda estaba calentando motores para lo que sería una velada inolvidable no sólo para el público, sino para ellos que, tras 23 ediciones de Vive Latino, tocaron por primera vez en este escenario: “¡Buenas noches, Ciudad de México! ¡Qué bonito se oye, que emoción estar aquí en nuestra primera vez en el Vive Latino! Nos sentimos bien chingón de estar aquí, en el corazón del país”, dijo Fher antes de que Corazón espinado, la cual es una colaboración con Carlos Santana, resonara.
Maná esperó mucho tiempo para este momento y no se diga sus fans y sus haters. Todos se saben, aunque sea un cachito de sus canciones, ya no importa si son muy poperos o no tan rockeros, la banda por fin pudo palomear esta casilla que les faltaba en su trayectoria.
Labios compartidos, Dónde jugarán los niños, en la que con un elefante en el escenario representaron el maltrato que sufre el planeta, y Vivir sin aire, hicieron cantar a la banda.
“Hace calorcito, un brebaje de nuestra tierra de Jalisco. ¡Salud, por nuestra tierra, México!”, dijo Fher antes de reventarse Mariposas traicionera, a la cual siguió Oye mi amor, Bendita tu luz y Te llore un río, entre otras, con las que hicieron un recorrido por su carrera y así conquistaron el festival.